lunes, 24 de octubre de 2011

La nueva censura

   Al igual que en los últimos años se ha impuesto una nueva forma de capitalismo basado en la economía especulativa, cuyas transacciones multiplican por 6 o por 8 las de la economía real (que ya eran flagrantemente injustas); de la misma manera que se ha consagrado en el poder una nueva aristocracia que no se basa en títulos nobiliarios sino en mantener el poder de la alta clase empresarial y política (de una endogamia digna de Austrias y Borbones), se constata que vivimos una nueva censura a pesar de que la cantidad de información a la que se puede acceder ha crecido exponencialmente.
   Los problemas que quiero destacar convierten el ejercicio del periodismo en un fraude, controlado no ya por las leyes de la dictadura, sino por mecanismos que se mantienen ocultos. Una mirada medianamente despierta, sin embargo, permite llamar la atención sobre los aspectos que condicionan y tergiversan el proceso de transmisión de la información:
  • La concentración de los medios de comunicación en grandes conglomerados empresariales que normalmente reúnen editoriales, diarios, canales de televisión y de radio. Pensemos que, para empezar, no pueden posicionarse contra el neoliberalismo que los ha originado. Y que sus tomas de partido por acción u omisión afectan a toda su parrilla.
  • Las relaciones de clientelismo entre lo que Ramonet llama las tres P: políticos, policías y periodistas. Los terceros no publicarán algo que contradiga llamativamente las tesis de los primeros y los segundos, que los recompensarán con alguna limosna.
  • La falta de visibilidad de las voces críticas, por muy prestigiosas o pertinentes que parezcan. Esto conlleva, evidentemente, una eliminación de la disidencia, eludir cualquier debate real.
  • La "inseguridad informacional", es decir, la incompetencia de los medios para interpretar la información al ritmo que se genera y la simultánea generación de información alternativa no perteneciente a ningún medio.
  • Y, por último, la banalización de los contenidos, que conlleva dedicar más espacio a la meteorología, los sucesos o cualquier acontecimiento morboso, y la eliminación de una mínima parte de valoración o crítica, sobre todo en los informativos televisados.
   En cuanto al  primer y tercer puntos me ha llamado especialmente la atención en la última semana el hecho de que la editorial Aguilar, perteneciente al casi todopoderoso (pero ya menos) grupo Prisa, postergara indefinidamente la publicación de un libro de Vicenç Navarro, Alberto Garzón y Juan Torres, tres economistas críticos con el neoliberalismo, especialmente con las medidas del gobierno en los últimos años y las propuestas para las próximas elecciones. ¿Seguro que no tiene nada que ver la fecha tan cercana de las elecciones, la proximidad editorial con el PSOE y Rubalcaba ni que uno de los autores haya entrado como independiente en una lista de IU? Más allá de que se compartan o no sus ideas, la maniobra del grupo da a la vez bastante asco... y miedo. 
   Vemos cómo es muy fácil, por tanto, controlar la visibilidad de quienes se oponen a sus intereses. En respuesta a esa actitud el libro se puede descargar gratis, pues su intención no era el beneficio. Pero seguro que apenas figurará en las estanterías de las librerías y alcanzará un menor número de lectores que el que le hubiera proporcionado el gigantesco aparato publicitario de los propietarios de El País, el periódico que hasta hace poco llevaba la palabra "independiente" en el subtítulo, sutilmente convertida en "global". ¡Ja! (si bien esto es moneda corriente, pues se puede asegurar que no hay ningún diario realmente independiente de tirada nacional).
   En cuanto al último punto, no hay mejor muestra del grado de tergiversación que una imagen (en la entrada anterior enlacé a la portada del ABC que la ilustraba a la perfección):

   O también, rebuscando entre las noticias del día, ¿qué es más importante: el juicio de Sevilla en el que no se averiguó nada nuevo, el número de árboles caídos durante la noche por culpa del temporal o la estafa conjunta que las grandes empresas constructoras hicieron al estado? ¿Hace falta decir cuál de las tres va a tener menor cobertura?
   Durante todo este año hemos visto también cómo los movimientos sociales, en especial el 15M, han aumentado considerablemente su presencia en la red. Ellos son el mejor ejemplo de cómo los medios tradicionales se ven incapaces de interpretar su funcionamiento, proporcionando informaciones falaces. Mientras, los protagonistas generan muchísima información que circula al margen del cauce principal y que, por tanto, los hace sentirse ninguneados. Para responder a esta necesidad han creado numerosos medios y aprovechado los aternativos que ya existían.
   Es lógico entonces que, igual que reclamamos una democracia real, reclamemos un periodismo real mientras intentamos dar visibilidad a las noticias que nos preocupan. Estando fuera de los grandes medios, se pretende al menos conformar una red cada vez más amplia de personas enteradas realmente de lo que ocurre, conscientes de quién provoca estas situaciones para su propio beneficio. Valgan para ello los enlaces compartidos, los blogs, las retransmisiones en streaming, las fotos subidas al instante, las listas de correo y demás artilugios. Las mentiras, por mucho que se repitan, no cuelan.

   Actualización del 28 de noviembre:
   Un mes después, añado un dato más: el gobierno ha indultado al vicepresidente del Santander por unos delitos menores que conllevarían inhabilitación, incluso contra la recomendación del tribunal supremo. Como el Banco Santander es una de las empresas que más gasta en publicidad en los medios, los periodistas se autocensuran (o sus jefes) para no enfadarlo. Una vez más, al garete la libertad de expresión, como bien ha visto en su blog José A. Pérez. No solo los medios han pasado de puntillas sobre el tema, sino que se ha obviado el nombre del banco al nombrar al indultado para no dañar su imagen, tal y como hace Iñaki Gabilondo en su videoblog. ¡Ay, grupo Prysa!

lunes, 17 de octubre de 2011

Cabezabajo; patasarriba

   Ya no sé si el mundo está al revés / o soy yo el que está cabeza abajo
Fito Cabrales
   
   O, como el título de Alberti, Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos.  Vamos, que hay que poner mucho empeño para encontrar algún sentido a muchos de los acontecimientos más recientes o, tal vez, tomar conciencia de que dirige el mundo una lógica perversa.
   Para dejar perplejo a cualquiera, por ejemplo, es la jugada a dos bandas del P(SO)E: el candidato promete lo que no hizo estando en el gobierno a pesar de que promovió todo lo que critica (lo hace porque sabe que no va a ganar y quiere minimizar la pérdida de diputados en las elecciones, a ver quién se traga tanta mentira) mientras ZP sigue inmolándose (porque va a desaparecer del mapa) tomando decisiones que traicionan cualquier principio exhibido ante sus bases o en su programa. Semejante hipocresía resulta  hiriente, pero es que además los últimos pasos, dirigidos por grandes instancias del poder económico y político más retrógrado, parecen un mal chiste: reformar la constitución a marchas forzadas, colaborar con los bancos agrandando deudas públicas y enriqueciendo a sus gerentes y, la penúltima, ¡formar parte del absurdo y pretencioso escudo antimisiles de los USA! Es una actitud despreciable e inmoral, que no hace sino confirmar la peor de las sospechas sobre la verdadera calaña del partido que, en un pasado muy muy lejano, pudo parecer socialista. ¡Y queda tiempo para comprobar si el presidente guarda alguna otra carta que lo empeore aún más!
   Aunque la palma se la lleva el primer ministro portugués, no por traidor (estaba claro a quién pretendía favorecer) sino por lo evidente que resulta en su caso que las medidas contra la crisis económica dictadas por el neoliberalismo solo son medidas para salvar al sistema financiero y no mejorar la situación de los ciudadanos. De hecho ni siquiera son decisiones buenas para el sistema económico capitalista de su país, como demuestra este enlace. ¿Alguien puede creerse que trabajando más horas por el mismo sueldo se puede reducir el paro? Al haber menos días festivos y más tiempo trabajado ¿qué se hará con la sobreproducción de las empresas? ¿Quién podrá asumir el coste de unos productos cuyo IVA sube de forma disparatada? En Portugal subirá el paro y empeorarán aún más las condiciones de vida, no hay que ser adivino para darse cuenta. Y cuidado, que cuando las barbas de tu vecino veas cortar...
   También está este supremo disparate del ABC, que engaña miserablemente al asociar una foto de los "disturbios" de Roma con todas las actividades del 15-O, o este otro de La Razón, que califica las manifestaciones de ese día como un "caos global". Y, por supuesto,  muchas cosas más (y lo que te rondaré, morena).
   Afortunadamente creo que no es solo cosa mía. Somos muchos. 


   Ya no les creemos. Sabemos más de lo que les gustaría y no van a engañarnos. 
   Será difícil. Llevará tiempo. Pero la única manera de arreglarlo es ponerlo todo patas arriba.

sábado, 8 de octubre de 2011

La angustia del recuerdo y la paradoja de la literatura

   Todo el mundo ha tenido conciencia alguna vez de cómo cada momento se convierte inmediatamente en pasado. Comprobar las verdaderas consecuencias del tiempo es un ejercicio que destroza la ingenuidad infantil y lo coloca a uno, por primera vez, ante sus auténticas dimensiones. Suena mejor así:
"Pensaba en Germán, el Tiñoso, y pensaba en él mismo, en los nuevos rumbos que a su vida imprimían las circunstancias. Le dolía que los hechos pasasen con esa facilidad a ser recuerdos; notar la sensación de que nada, nada de lo pasado, podría reproducirse. Era aquella una situación angustiosa de dependencia y sujeción. Le ponía nervioso la imposibilidad de dar marcha atrás en el reloj del tiempo y resignarse a saber que nadie volvería a hablarle, con la precisión y el conocimiento con que el Tiñoso lo hacía, de los rendajos y las perdices y los martnes pescadores y las pollas de agua. Había de avenirse a no volver a oír jamás la voz de Germán, el Tiñoso; a admitir como un suceso vulgar y cotidiano que los huesos del Tiñoso se transformasen en cenizas junto a los huesos de un tordo; que los gusanos agujereasen ambos cuerpos simultáneamente, sin predilecciones ni postergaciones."
Miguel Delibes, El camino

   He leído hace poco el ensayo de Damián Tabarovsky, Literatura de izquierda, y reconozco coincidencias e intereses en sus comentarios sobre el conservadurismo en la literatura actual, contra el realismo tal cual entendido, contra las ideas preconcebidas de lo que es una buena obra. Sin embargo, leer un párrafo como este y, sobre todo, emocionarse con él, hunde cualquier teorización. Porque en esta novela nada pretende ir más allá, todo parece demasiado fácil.
   Y la literatura no puede ser algo tan simple como acertarle de pleno a una sensación. O a lo mejor sí. Tal vez solo exista como paradoja, en una situación incomodísima, en la que debe hacer parecer que el acierto es posible. Y esta tierna habilidad solo la poseen ciertos tipos grises con poderes misteriosos, cosmopaletos que de repente te hacen sentir y recordar cuándo te ocurrió exactamente lo mismo que a Daniel, el Mochuelo.


  
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...